Hasta ahora siempre había trabajado con sistemas de 32 bits, pero con mi nuevo PC doble núcleo con 4Gb de RAM (qué pasa, voy mal de dinero y me he comprado uno de segunda mano ó_ò ) me he planteado mudarme al LXLE (basado en Ubuntu 12.04 LTS) de 64 bits. Todo funciona exactamente igual que antes, excepto por el dichoso Wine: aún con PlayOnLinux me ha dado más de un quebradero de cabeza.
Para empezar, los programas de Windows de 64 bits no funcionaban, los de 32 bits daban errores extraños, me decía que no tenía DirectX, se colgaban instaladores que antes funcionaban perfectamente, me faltaban paquetes que ni conocía, no sabía cómo indicar a Wine que usara DLLs de 32 ó 64 bits...
Lo primero que aprendí es que Ubuntu no incorpora por defecto ciertas librerías que necesita Wine para correr código de 32 bits. Para ello hay que instalar el paquete ia32-libs (como siempre, desde Synaptics o desde terminal).
Lo segundo es que, a día de hoy, los repositorios oficiales tienen una versión antigua de PlayOnLinux que no se lleva muy bien con esto del código de 32 y 64 bits. Si nos vamos a la página oficial podremos descargar la última. La gran diferencia es que ahora, al crear una nueva unidad virtual, nos preguntará si la queremos de 32 o de 64 bits... ¡y adiós problemas!
Eso sí, las versiones de Wine de 64 bits aún son experimentales, por lo que recomiendo usar versiones de 32 bits de los programas de Windows que vayamos a usar. No rinden igual, pero también dan menos problemas.
Hoy ha sido una entrada cortita pero muy útil, ahora que los sistemas de 64 bits son el pan de cada día de muchísimos usuarios. ¡Hasta la próxima!
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